Anatol Pikas (1975): El bullying es la violencia en un contexto de grupo, en el que los niños se refuerzan entre sí, a través de su interacción.
Kaj Bjorkqvist, Kerstin Ekman i Kirsti Lagerspetz (1982): El bullying es social por naturaleza y tienen lugar en grupos relativamente estables en los cuales la víctima tiene pocas posibilidades de evitar a sus acosadores y el agresor a menudo obtiene el soporte de otros miembros del grupo.
David P. Farrington (1993): Opresión reiterada, tanto psicológica como física, hacia una persona con un poder menor, por parte de otra persona con un poder mayor.
Peter Smith i Sonia Sharp (1994): El bullying es un abuso sistemático de poder
Dan Olweus (1998): Conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un alumno contra otro, al que escoge com a víctima de repetidos ataques. Esta acción, negativa y intencionada, sitúa a la víctima en una posición de la que difícilmente puede salir por sus propios medios.
Para definir una situación de bullying es preciso que exista:
– Desequilibrio (abuso) de poder.
– Repetición de las acciones a lo largo del tiempo.
– Intencionalidad por parte del agresor.
– Un entorno que lo tolera y lo permite
Se trata de un fenómeno grupal que no se puede aislar del contexto en el que se produce. No son conductas organizadas o espontáneas en las que se busca el mal mutuo, ni actos de vandalismo que se pueden manifestar abiertamente en el entorno escolar. No se trata de un conflicto entre dos partes con intereses contrapuestos. Es un proceso de victimización.
Es un tipo insidioso de violencia, que se construye lentamente en el día a día de las relaciones interpersonales. Es difícil de identificar ya que en sus inicios suele ser poco evidente y puede mantenerse oculta a los adultos, pero es bien conocida por el alumnado.
Supone una vulneración de los derechos fundamentales del alumno: derecho a no estar sometido a la humillación intencional y repetida, y a estar seguro en la escuela.