Orientaciones

Si pensáis que vuestro/a hijo/a puede estar implicado en conductas agresivas o puede ser víctima de maltrato por parte de los compañeros… es importante que reaccionéis con calma, sin hacerle reproches ni culpabilizaciones. Con calma, animadlo a hablar y pedidle que explique qué está pasando. Es importante valorar la importancia y gravedad de la situación. Hablad con el tutor de la escuela o instituto.

Si está implicado en conductas agresivas hacedle ver que está haciendo daño a un compañero. Ayudadle a encontrar maneras no agresivas de relacionarse y buscad juntos por qué lo hace. Si conviene pedid ayuda a un profesional.

Si está en el rol de víctima hacedle ver que lo que le pasa no es culpa suya, que li puede pasar a cualquiera y que entre todos le ayudaréis a salir. Si conviene pedid ayuda a un professional.

Es importante expresar a la escuela vuestra preocupación y colaborar con las acciones que emprendan. Intentad encontrar juntos soluciones positivas. No es fácil acabar de golpe con una violencia que se ha ido construyendo lentamente, pero trabajad para que la situación vaya mejorando y evitad no complicar la situación. La prevención es la estrategia más importante, y conviene mantener una buena comunicación con los hijos/as y acompañarlos en su proceso de crecimiento.

Recomendaciones para una buena comunicación con los hijos/as

Proprocionad modelos positivos: Mantener unes relaciones familiares positivas. Resolver vuestros conflictos con el diálogo. Rechazar la violencia. En los momentos críticos mantener el control emocional.
Hablad cada día con vuestros hijos: Escuchar sus opiniones. Ayudarle a encontrar soluciones. No permitir que provoque a los demás. La primera defensa contra la intimidación es la autoconfianza.
Eduqueu-lo en uns valors de respecte i tolerància: Vetllar pel seu creixement emocional i ajudar-lo a sintonitzar amb els sentiments de les altres persones, afavorint l’empatia.
Definid unes normas claras y consistentes: Explicar clarament qué es lo que está permitido y qué no lo está, dando los argumentos necesarios de manera breve. Aplicar las normas de manera consistente.
Dadle oportunidades de construir amistades: Facilitar el contacte con otros chicos, preguntarle como lo tratan sus amigos y compañero de clase. Interesarse en conocerlos, invitarlos a casa.
Controlad el ocio digital: Muchos programes de TV y videojuegos refuerzan la idea que la agresión es la única manera de resolver los conflictos. No se trata de prohibirlos, pero sí de ser críticos y ofrecer alternativas.
Animadlo en alguna afición: Implicarlo en actividades que desarrollen habilidades adecuadas a la edad. Facilitarle ocasiones de hacer actividades en grupo. Pensad que la intimidación surge a menudo cuando los chicos están juntos y no tienen nada que hacer.
Hablad con el/ella sobre como afrontar los problemas: Ayudarle a tener respuestas adecuadas caso que sea molestado y/o intimidad. No le animéis a devolver el golpe. Desquitarse es la peor defensa y da al agresor más motivos para reanudar sus ataques.
Implicaros en su educación escolar: Mantener contactos regulares con la escuela. Apoyar a la escuela y al profesorado. Si tenéis dudas es bueno comentarlas con los maestros, pero sin desautorizarlos delante de vuestros hijos.

 

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